La Casa
Misión de la Casa de acogida La Traverse
Combatir la violencia contra las mujeres en el contexto doméstico mediante la prestación de apoyo, asistencia y, en caso necesario, alojamiento para ellas y sus hijos. Además, intervenimos en el plano social y político para promover relaciones igualitarias entre mujeres y hombres y entre todas las mujeres dentro de nuestra sociedad.
La vida en una casa de acogida
Para muchos, considerar encontrarse en una casa de acogida es a menudo angustioso. La Casa de acogida La Traverse ofrece un lugar seguro, confidencial, gratuito y cálido donde es posible intercambiar con otras mujeres deseosas de romper el ciclo de la violencia. Además, las asistentes están presentes de día y de noche para brindar apoyo. Los niños también son acogidos y podrán beneficiarse de los servicios de una asistente juvenil (madre-hijo). Hay un área de juegos para ellos. La casa de acogida valora la intimidad, por lo tanto, cada mujer disfruta de una habitación que solamente comparte con sus hijos. Las zonas comunes son accesibles, igual que en una gran casa familiar. Alentamos la ayuda mutua, el respeto y no juzgamos; estos valores están en el corazón de nuestro hogar. Las mujeres que viven en la casa pueden dedicarse a sus ocupaciones personales: trabajo, estudios, etc.
La intervención feminista
Los asistentes de la Casa de acogida La Traverse utilizan el enfoque feminista para guiar sus intervenciones cotidianas. Este análisis se basa en el hecho de que la violencia doméstica no es un problema individual, sino un problema social que se inscribe en las relaciones de poder entre hombres y mujeres.
La intervención feminista se basa en un conjunto de principios claves cuyo último objetivo es lograr que las mujeres recuperen el poder sobre sus vidas de manera individual y colectiva. Aunque estén definidos en función de las mujeres, recordemos que estos mismos principios aplican también en la intervención con los niños. Aquí están los principios que unen a las casas de acogida:
• que las mujeres recuperen el poder sobre sus vidas a través de la solidaridad entre mujeres, las relaciones igualitarias y la defensa de sus derechos;
• que las mujeres y los niños víctimas de violencia doméstica no son responsables de la violencia sufrida;
• que las mujeres tienen derecho a la autonomía, al respeto y a la libertad;
• que las mujeres tienen el potencial y las habilidades para dirigir sus vidas y tomar decisiones en su propio interés.
Referencia: Guía de la intervención feminista 2008, 48 páginas Agrupación de los hogares para mujeres víctimas de violencia doméstica